martes, 19 de mayo de 2009

Luces inciertas y desvaídas

Buscando el tercer pie del gato que tanto se me resistía, llegue a comprenderlo todo sin ser consciente de nada. Atemorizado por su falta de concreción verbal, física y emocional, encontré verdades que se quemaban con pensarlas y mensajes que se autodestruían al ser escudriñados. ¿Por qué esa dichosa manía de buscarle a todo un sentido, un dogma? -me decía. Esa dichosa manía axiomática se instauró en mí antes de yo nacer, creo. Y es inútil luchar contra ella. Da lugar a numerosos desencuentros, a fútiles tozudeces y a razones construidas a base de esperpéntica realidad. Pero va imbuido en mi forma de ser, y no podré deshacerme de ella ni con grandes dosis de agua hirviendo en mis sienes.

Siento haberme comportado de la única forma que sé. Perdona si no me amoldé a tus pretensiones. Pero así fui constituido y no pienso tocarme ni una pieza. ¡Ah! acabo de encontrarte, maldito pie, vamos a buscar a tu felino dueño. Estará deseoso de poder andar de nuevo. Al igual que yo.

5 comentarios:

  1. y qué estudias??? y eso de que tienes histéresis?

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  2. Y no, no conozco Granada y no puedo leer esta entrada hasta mañana.

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  3. pues yo soy de las que se van al mirador de san nicolás a escribir...

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  4. Ya sí lo leí. Pues resulta que me recuerdas a mi en el dominio de la palabra exacta meticulosamente calculada. Vaya, que si no tuviera memoria podría pensar que eso lo he escribí en la época en la que tenía complejo María Moliner... Anoche estuve en un bosque cerca de la alhambra, precioso de verdad

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  5. qué forma de perderte por el ciberespaciooo

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